Los fabricantes de electrodomésticos suelen negar a los usuarios finales y a los pequeños talleres el acceso a piezas de repuesto y herramientas. Sin embargo, según una encuesta del Eurobarómetro, alrededor del 77% de los ciudadanos de la UE preferirían reparar sus electrodomésticos a deshacerse de ellos y comprar otros nuevos. La iniciativa Derecho a Reparar aboga por un derecho universal a la reparación y quiere pedir a los fabricantes que hagan sus productos más duraderos. En este artículo aprenderá cómo surgió el movimiento, qué ventajas e inconvenientes conlleva y cuál es su situación actual a nivel nacional e internacional.

¿Qué significa «derecho a reparación»?

Una vez adquirido un producto , el fabricante no debería poder controlar su uso. En realidad, sin embargo, a los usuarios finales y a los talleres independientes se les suele negar el acceso a piezas de repuesto y herramientas. Apple ha llegado incluso a desarrollar un tornillo especial para dificultar la reparación del iPhone.

El movimiento Right to Repair se remonta a la iniciativa Repair Act surgida en EEUU en 2013 y que regula el libre acceso a los talleres independientes (basada en el sector de la automoción). Right to Repair aboga por unas condiciones de reparación justas y razonables y por el acceso a la información y a las piezas de repuesto para todos (no solo para los profesionales).

Es bueno saberlo: Uno de los representantes más conocidos del movimiento Right to Repair es el técnico de reparaciones y Youtuber estadounidense Louis Rossmann, quien, con su Rossmann Repair Group, se especializa principalmente en la reparación y reacondicionamiento de MacBooks con tecnología de placa lógica.

En la década de 2010, la campaña se extendió a Europa a raíz de los movimientos por el clima y el medio ambiente. Right to Repair Europe es una alianza de organizaciones europeas con sede en distintos países que abogan por un derecho universal a la reparación.

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Miembros del Grupo Director del Derecho a Reparación

Entre los miembros del Grupo Director figuran las siguientes iniciativas:

• La ONG internacional ECOS (Bélgica) defiende directrices, leyes y normas técnicas respetuosas con el medio ambiente. También trabaja por un sistema de normalización más transparente, integrador y abierto a escala nacional e internacional.
• La OEMA (Oficina Europea de Medio Ambiente, Bélgica) es la mayor red europea de organizaciones ecologistas. Agrupa a más de 160 organizaciones medioambientales de 35 países.
• IFIXIT (Alemania) es un manual de reparación en línea gratuito y de acceso público que muestra a la gente lo que se puede reparar. El sitio web, basado en wiki, ofrece un total de más de 50.000 instrucciones y es visitado por más de 10 millones de personas al mes. El objetivo no es sólo ahorrar dinero mediante la reparación, sino también evitar al mismo tiempo la basura electrónica.
• La Mesa Redonda de Reparación (Alemania) está formada por representantes de organizaciones ecologistas y de consumidores, autoridades públicas, la ciencia, el sector de la reparación y las iniciativas de reparación. Su objetivo es reducir el consumo de recursos, fomentar la economía local y reforzar la reparación.
• La empresa social Restart (Bélgica) se ha propuesto mejorar la relación de las personas con la electrónica y hacerla más sostenible en general.
• Repair & Share (Alemania, Bélgica) es una iniciativa que pretende promover diversas actividades de Economía Circular además de la reparación.

Es bueno saberlo: Según un cálculo de la Oficina Europea de Medio Ambiente, podrían ahorrarse anualmente unos cuatro millones de toneladas de CO2 si todos los portátiles, smartphones, lavadoras o aspiradoras se utilizaran durante un solo año. Es aproximadamente la misma cantidad que si hubiera dos millones menos de coches en las carreteras.

2. ¿cuál es la situación actual?

Mientras tanto, la presión sobre los productores para que concedan a los consumidores el derecho a reparar va en aumento en todo el mundo. En EE.UU., por ejemplo, los representantes electos de 25 estados ya han presentado las leyes correspondientes. Además, la UE y países como Francia y Gran Bretaña también quieren obligar a los fabricantes a que sus productos sean más duraderos. Desde el 1 de marzo de 2021 está en vigor en la UE una nueva Directiva de Ecodiseño, que por primera vez regula también la reparabilidad. Sin embargo, la ropa y los muebles aún no están sujetos a ninguna norma sobre durabilidad.

Es bueno saberlo: Desde principios de año, los fabricantes franceses tienen que etiquetar aparatos como televisores, teléfonos móviles o tabletas según un índice de reparabilidad. Los consumidores pueden utilizar el «Indice de réparabilité» para ver lo fácil y barato que resulta reparar un aparato.

Esto significa que, entre otras cosas, los grandes electrodomésticos como frigoríficos, lavadoras o televisores deben ser más fáciles y, sobre todo, más largos de repar ar. Según la nueva directiva, los frigoríficos deben poder repararse hasta siete años y las lavadoras hasta diez. El proceso de reparación debe ser posible con herramientas estándar y, en determinados casos, incluso por el propio usuario.

Entretanto, la Comisión Europea también ha anunciado planes para el derecho a reparación de teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores portátiles. Antes de que acabe el año se publicarán nuevas normativas, que abarcarán también, entre otras cosas, los cables de carga y las fuentes de alimentación.

3 ¿Cuáles son las desventajas del derecho a reparación?

Dispositivos como los teléfonos inteligentes o los ordenadores son muy complejos y se diseñan intencionadamente para que no puedan ser abiertos por cualquiera. Es la única forma de garantizar el rendimiento y la estanqueidad al agua y al polvo.

La apertura indebida no sólo supone riesgos para la seguridad, sino que también puede causar daños a componentes sensibles. Por tanto, el «derecho a reparación» también ejerce una influencia directa en la funcionalidad y seguridad de los aparatos.