La actual escasez de semiconductores entra ya en su cuarto año. La crisis de Corona la ha provocado de forma masiva, pero incluso antes ya se apreciaban los primeros signos de escasez. Y es que el actual cuello de botella de semiconductores se debe a diversas razones y factores. Tanto para la economía alemana como para la mundial, la situación actual encierra un peligro potencial considerable. Este artículo presenta las principales causas del cuello de botella de los semiconductores y ofrece una perspectiva de cómo podrían evolucionar las cosas en el futuro.
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Estos son los riesgos de un cuello de botella en los semiconductores
Sin semiconductores de alta calidad, muchas industrias ya están perdiendo fuelle. Por ejemplo, la industria del automóvil depende en gran medida de los chips para que funcione la electrónica de sus vehículos. Del mismo modo, los semiconductores están integrados en dispositivos electrónicos como smartphones y ordenadores portátiles. Sin ellos, una amplia gama de tecnologías y funciones no estarían disponibles. La demanda también es elevada en el sector de las energías renovables. Muchas tecnologías, como los sistemas fotovoltaicos y los inversores, dependen en gran medida de los semiconductores. También son necesarios para diversas tecnologías médicas y, en especial, para los procesos de imagen.
Debido a estas diversas aplicaciones de los semiconductores, la demanda es extremadamente alta. Por un lado, el estrangulamiento actual hace que se produzcan y estén disponibles menos dispositivos. Por tanto, no siempre se dispone de soluciones adecuadas, especialmente para compras privadas o sistemas fotovoltaicos para la propia casa. Además, los precios de los semiconductores y de los dispositivos en los que se instalan están aumentando masivamente. Si la situación sigue empeorando, cabe esperar más escasez y subidas de precios.
La consecuencia serían sobre todo pérdidas económicas. Especialmente los países industrializados como Alemania dependen de procesos empresariales que funcionen y de materiales de alta calidad. Un cuello de botella continuo en el sector de los semiconductores provocaría pérdidas de producción y un descenso de la eficiencia económica. Además, muchas personas dejarían de disponer de las tecnologías y soluciones a las que se han acostumbrado en su vida profesional y privada.
La crisis Corona ha agravado el cuello de botella de los semiconductores
Una de las principales razones de que la escasez de chips sea tan aguda y persistente es la crisis Corona. Ésta ha provocado importantes distorsiones en la economía, de las que no se ha librado la producción de semiconductores. Entre otras cosas, durante la pandemia no fue posible, o sólo lo fue de forma limitada, obtener las materias primas necesarias para los semiconductores. Esto provocó un descenso masivo de la producción, lo que impidió satisfacer la elevada demanda. Los procesos sólo se están reanudando ahora, por lo que no cabe esperar una vuelta a la normalidad en los próximos meses.
Además, muchas cadenas logísticas se colapsaron durante la crisis de Corona. Esto significó que ya no era posible, o sólo era posible en una medida muy limitada, llevar semiconductores acabados a los clientes. Éstos, por tanto, tuvieron que esperar mucho tiempo hasta disponer de los materiales necesarios y poder continuar con sus procesos operativos. El sector logístico también se está recuperando poco a poco, por lo que pasará un tiempo antes de que todas las entregas vuelvan a funcionar sin problemas.
La disputa entre EE.UU. y China alimenta la escasez
Sin embargo, sería miope atribuir la escasez de semiconductores únicamente a la pandemia de Corona y sus efectos. Incluso antes del estallido del Covid-19, los primeros cuellos de botella en los semiconductores se estaban haciendo patentes. Éstos se debían, en particular, a las tensiones económicas entre Estados Unidos y China. Ambos se acusan mutuamente de obstaculizar su viabilidad económica por temor a que el otro conserve o conquiste el dominio en determinados segmentos.
Las distorsiones en las relaciones comerciales con China ya eran evidentes bajo la administración Trump, pero Joe Biden y los demócratas no hicieron retroceder muchas restricciones impuestas por la administración anterior. A día de hoy, EEUU ve a China como su mayor competidor económico y trata de evitar perder su posición en el mercado mundial mediante aranceles y otras medidas. China contraataca y toma medidas económicas contra EEUU. Todo ello provoca tensiones que favorecen, en lugar de frenar, el cuello de botella de los semiconductores.
El conflicto de Taiwán plantea más riesgos
La actual crisis de Taiwán también puede convertirse en una amenaza real para el comercio de semiconductores en particular y para la economía mundial en general. China considera Taiwán parte de su territorio y exige que todos sus socios comerciales se adhieran al principio de «una sola China». Existe una amenaza de escalada militar si China intenta invadir Taiwán, ya que Estados Unidos ha asegurado al Estado insular su solidaridad.
Taiwán es uno de los productores más importantes de semiconductores de alta calidad para diversas aplicaciones. Una guerra provocaría caídas masivas de la producción y, por tanto, tendría consecuencias para todo el mundo. Además, la logística para hacer llegar los semiconductores a los clientes volvería a colapsarse. En consecuencia, habría aún menos semiconductores disponibles y la crisis se agravaría.
Se producen sobre todo nuevos tipos de semiconductores
Otro problema es el enfoque de las empresas que producen semiconductores. Actualmente se centran mucho en la producción de tipos de semiconductores de nueva generación. Sin embargo, en la industria del automóvil, de la que depende sobre todo Germanytag, aún se necesitan muchos modelos antiguos. Esto significa que, de momento, las capacidades de producción adicionales sólo supondrán un alivio en otros segmentos. Por lo tanto, no es seguro en absoluto que se pueda satisfacer la demanda de semiconductores antiguos ni cuándo.
¿Cuándo acabará el cuello de botella de los semiconductores?
En la actualidad no es posible hacer una evaluación seria de cuándo terminará el actual cuello de botella de los semiconductores. Por un lado, esto se debe a que la producción de semiconductores es extremadamente complicada. Por tanto, no es fácil detener y reiniciar los procesos de producción. Se necesita mucho tiempo para ello. Al mismo tiempo, la demanda de semiconductores sigue aumentando, lo que, por un lado, incrementa los precios y, por otro, provoca una fuerte competencia entre empresas y compradores.
Además, la situación económica mundial es actualmente difícil de evaluar. Muchos factores, como la pugna entre EE.UU. y China, pueden evolucionar en una nueva dirección en muy poco tiempo, positiva o negativamente. Por lo tanto, con la información actual es imposible decir definitivamente cómo se resolverá el cuello de botella de los semiconductores y cuándo volverán a estar disponibles tecnologías suficientes.
Conclusión
Las empresas siguen luchando por encontrar una solución sensata al cuello de botella de los semiconductores. Algunas se están mordiendo la bala y pagando los precios significativamente más altos, otras están tratando de aprovechar las nuevas cadenas de suministro y proveedores. Sin embargo, es muy probable que el cuello de botella de los semiconductores continúe en los próximos meses y mantenga ocupada a la economía mundial.