Si antes los disquetes, CD y DVD eran los soportes para distribuir software y almacenar datos, hoy casi todo se distribuye por Internet. Los servicios en la nube también quieren hacer superfluos otros soportes de almacenamiento de datos, como las memorias USB e incluso los discos duros locales. En el siguiente artículo defendemos las memorias USB y te explicamos por qué debes seguir confiando en ellas.

El sustituto del disquete

Sólo los usuarios más mayores recordarán el manejo de disquetes de 5¼ y 3½ pulgadas con una capacidad de almacenamiento de hasta 1440 KB. Hoy en día, un documento de Word con unas pocas imágenes ya genera esas cantidades de datos.

Como sustituto de los disquetes, al principio se prefirieron los CD (re)grabables, pero en la práctica resultaron costosos y poco flexibles para los archivos propios. Con la caída de los precios de las memorias flash, las memorias USB también iniciaron su marcha triunfal. En la actualidad, existen tamaños de hasta 512 GBytes de capacidad de almacenamiento, aunque todavía a precios superiores a los 300 euros, como la Corsair Flash Voyager GS512.

La historia de Dropbox

En 2006, un joven llamado Drew Houston olvidó llevarse de casa su memoria USB, en la que tenía datos importantes. Molesto por ello, desarrolló una solución para evitar este problema en el futuro. A raíz de este problema, en 2007 se fundó la empresa Dropbox. (Fuente: Wikipedia)

Dropbox, OneDrive y otros servicios en la nube compiten por el favor de los clientes e intentan atarlos a ellos con almacenamiento gratuito. Microsoft va un paso más allá e integra OneDrive como componente esencial de Windows, que se convierte en el espacio de almacenamiento estándar para guardar archivos en Microsoft Office, aunque se puede desactivar.

Por muy práctico que sea un servicio de almacenamiento en la nube, no sustituye a una memoria USB para el intercambio rápido de archivos entre distintos PC, ya que siempre hay que cargar primero los archivos y luego volver a descargarlos, lo que no es ningún placer con las velocidades típicas de carga de ADSL para grandes cantidades de datos. Además, es posible que uno no quiera confiar datos sensibles a la inmensidad de la World Wide Web.

No es sólo un sustituto del disquete

Una memoria USB puede utilizarse para muchos otros fines y es algo más que un simple sustituto de un disquete. Mientras tanto, también puedes instalar cómodamente Windows desde una memoria USB, como describe nuestro artículo «Creación de una memoria USB de arranque como medio de instalación para Windows».

Un Windows de emergencia basado en PE también es un buen uso para una memoria USB. Con la combinación de las herramientas adecuadas, puedes incluso crear una auténtica caja de herramientas para los problemas típicos del PC en una memoria USB. Así lo demuestra también nuestra memoria USB de soporte WinTotal, que puede utilizarse en muchas situaciones móviles con un kernel de emergencia arrancable y más de 400 herramientas freeware que pueden iniciarse directamente desde la memoria.

Muchas variaciones en forma y funcionalidad

Las memorias USB están disponibles en innumerables variantes: diferentes tamaños de memoria, diseños y colores, para deslizar, para plegar, como una tarjeta de crédito o, de forma bastante clásica, con una tapa protectora, en forma de llaves u otros objetos, como las actuales figuras de Star Wars.

Problemas de rendimiento

La necesidad absoluta de una memoria USB con USB 3.0 también depende de la finalidad. Para documentos pequeños y unas pocas fotos, basta con una simple memoria USB 2. Sin embargo, si vas a transportar grandes cantidades de datos, deberías plantearte comprar una memoria USB 3.0, sobre todo porque también son compatibles con versiones inferiores.

Pero cuidado: tener una interfaz USB 3.0 no significa que la memoria sea rápida. Las diferencias de rendimiento son a veces considerables. Además, los fabricantes sólo suelen indicar la velocidad de lectura que alcanza la memoria, si es que la alcanzan. Chip comparó algunas memorias USB 3.0 en septiembre de 2015.

Conclusión

Las memorias USB son y siguen siendo prácticas compañeras y siguen teniendo un lugar firme en el mundo de la informática. Especialmente la rápida disponibilidad, movilidad, velocidad y flexibilidad hablan en favor de los pequeños ayudantes. No sustituyen a un servicio en la nube, pero tampoco a una memoria USB, ya que ambos tienen aplicaciones y ámbitos de uso completamente distintos.